¿Sabías que para el 2020, al menos cuatro mujeres, de toda España, eran violadas diariamente? Y si esa cifra no te alarma, deberías saber que para el 2019, un poco más de 2,8 millones de niñas y mujeres en todo el territorio ibérico sufrieron algún tipo de violencia sexual en una etapa de su vida; significa que los delitos sexuales son más comunes de lo que se cree.
Estos datos no son sacados de la nada, al contrario, son número de la organización Amnistía Internacional como parte de unas de sus campañas. Entender los delitos sexuales es tarea de todos. No solo nos hace una sociedad más justa, también nos permite convivir en paz, con respeto y sin miedo.
¿Qué son los delitos sexuales?
En España se le conocía como “delitos contra la libertad e indemnidad sexuales”, pero por cambios en la ley se le conoce ahora como “delitos contra la libertad sexual”. Estos no son más que aquellas acciones que, a la fuerza y sin consenso, atentan contra la libertad e integridad sexual de una persona, sin importar su edad, identidad de género, religión, ni muchos menos su orientación sexual.
¿Recuerdas los datos que te mencioné? Quizás pienses que han disminuido, pero, en realidad, es todo lo contrario. Para el 2023 los delitos contra la libertad sexual aumentaron más de un 16 % en comparación al 2022. Sin embargo, las denuncias también han ido en ascenso, pues desde el 2019 al 2022 subió más de un 50 % según datos oficiales del Ministerio de Interiores.
¿Cuáles son los tipos de delitos contra la libertad sexual?
En España, y a nivel mundial, se han desarrollado miles de campañas, planes y políticas públicas para que estos números disminuyan. Pero todavía hay mucho desconocimiento entre los ciudadanos, lo que da lugar a que este tipo de situación vaya en aumento. Por ello es importante que tengas información sobre el tema.
Dentro de la legislación española existen varios tipos. Sin embargo, por ahora no ahondaremos en ellos, solo los mencionaremos:
- La prostitución, explotación y corrupción de menores y adultos.
- El ciberacoso sexual de menores.
- Las agresiones sexuales a adultos y a menores de dieciséis años.
- La exhibición y la provocación sexual.
¿Has visto las noticias, recientemente? ¿No te preocupa que a diario sale algún reporte relacionado con el tema? Quizás, y afortunadamente, no hayas sido víctima de alguno de estos delitos, pero te aseguro que alguien cercano a ti sí, aunque no lo sepas.
Conoce un poco sobre la prostitución, explotación y corrupción de menores y adultos
El uso de adultos, niños y adolescentes de manera sexual para la obtención de dinero y objeto de valor es una actividad que trasciende fronteras y se le conoce como trata de humanos. Aunque la trata de personas no siempre termina en explotación o prostitución sexual, sí es muy habitual que ocurra.
Tal vez pienses que algunas personas, más visiblemente las mujeres, deciden ser prostitutas o se dejan explotar, la realidad es que se ven forzada a ello, ya sea por temas económicos como por otro tipo de razones. Sin embargo, ejercerla, promoverla y explotarla son penadas por la legislación española, pero cada una con sus peculiaridades.
Hablemos del grooming y el ciberacoso sexual de menores
Seguro has visto alguna película donde un extraño contacta a un niño por teléfono a través de redes sociales o juegos. Este desconocido se hace pasar por otro niño y gana su confianza. Una vez esto sucede, comienza la cercanía y el anónimo buscará la manera de manipularlo y controlarlo hasta cumplir su objetivo sexual.
Esto es el ciberacoso sexual en menores y puede sucederle a un adolescente como también a niñas y niñas. Dicha práctica suele darse por depredadores sexuales, pero también puede usarse a manera de extorsión. Tan solo en el 2021 se reportaron 534 casos de grooming en adolescentes, según datos del diario El País. ¿Te imaginas la cifra total si cuentas a las niñas y niños? Piensa también en los casos que no se reportan.
Las agresiones sexuales a adultos y menores de dieciséis años
Los delitos por agresión sexual pueden variar en cada nación, pero, básicamente, implica cualquier actividad o contacto sexual que una persona tenga con otra sin el consentimiento de una de las partes. En el caso de los menores, no se consideraba un delito si hay consenso entre menores de edades cercanas y con una madurez similar.
El contacto debe ser del tipo sexual, por tanto, debe incluir los genitales y zonas erógenas de la persona. La más conocida es la violación sexual, más el intento de violación también cuenta como uno de estos delitos.
La exhibición y la provocación sexual
Los delitos de esta naturaleza implican aquellas acciones donde se expongan los genitales y actitudes que promuevan la difusión y venta de contenido sexual para la satisfacción de uno y varios individuos.
En España, la legislación castiga con mayor peso a quienes tengan conductas obscenas frente a menores y personas con discapacidad. Aquí es donde entre en juego la pornografía, pues esta genera contenido para la satisfacción, en distintas maneras, de varios individuos.